La Campana de Barcelona
Fresa Vainilla y Chocolate
Siempre que que viene el abuelo de mis hijos a visitarnos a Barcelona, tienen los tres, un lugar habitual de escapadas para pasar un buen rato disfrutando uno de los helados mas ricos de Barcelona.
Los Turrones de La Campana, me cuenta una de las nietas del fundador, Francisco Miralles, tuvo sus inicios allá por 1890 en la plaza del Angel y se trasladaron definitivamente a la calle Princesa en el año 1922.
Supongo que durante todos estos años los sabores habrán ido variado, pero lo que es seguro que no ha variado ni una pizca es la calidad.
Y de esto saben mucho Miguel, Iván y el abuelo.
Los tres se van a La Campana y se piden unos buenos helados, Miguel siempre pide de chocolate con menta, Ivan, que es de sabores más sutiles, pide una bola de mango y otra de sandia. Y el abuelo, un señor clásico, se decanta por un cucurucho de tres sabores, fresa vainilla y chocolate.
Muy sentados me los encuentro a los tres exprimiendo al máximo al pobre cucurucho.
Se ven muy felices y satisfechos y no solo por el sabor de los helados, si hay algo mejor en La Campana, además de helados y turrones, es la gente que atiende.
Es de agradecer la sonrisa amable y el tiempo y paciencia que se toman para atender.
– Vamos chicos. – les digo a los tres.
– Falta pagar. – gritan los tres a una sola voz.
Ahora entiendo por que me estaban sentados esperándome.